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jueves, 12 de marzo de 2009

10 AÑOS SIN GUAYASAMÍN


Oswaldo Guayasamín (Quito - Ecuador, 1919 - Baltimore - E.E.U.U, 1999)
Uno de los personajes más preponderantes de la historia artística ecuatoriana del siglo XX, Osvaldo Guayasamín, era un indgena quiteño de ojos azules; orgulloso de su indigenismo solia decir que "sus ojos azules eran una infima gota de sangre intrusa en el vasto mar de su indigenidad"

Guayasamín nace en Quito, capital ecuatoriana, un 6 de julio de 1919 de padre netamente indigena y madre mestiza.
Desde niño sintió la inclinación hacia el dibujo, la educación artistica y el arte plastico; su padre trabajaba como carpintero y, más tarde, como taxista y camionero. La familia vivía en la miseria y Oswaldo fue el primero de diez hijos.

Sin embargo, Osvaldo continuó su talento innato y marchó a la ciudad donde vendía sus dibujos a los turistas para poder pagarse los estudios en la escuela de Bellas Artes de Quito; es la época de la "guerra de los cuatro días", un levantamiento obrero.

Durante una manifestación, muere su gran amigo Manjarrés. Este acontecimiento más tarde inspirará su obra "Los niños muertos", y marca su visión de la gente y de la sociedad.
Continúa sus estudios en la Escuela y en 1941 obtiene el diploma de pintor y escultor, tras haber seguido también estudios de arquitectura.


Con apenas 23 años de edad realiza su primera exposicion en su ciudad natal; la crítica considera esta muestra como un enfrentamiento con la exposición oficial de la Escuela de Bellas Artes. El Magnate Nelson Rockefeller, impresionado por la obra, compra varios cuadros y ayuda a Guayasamín en el futuro. De ahí en adelante todo fue exitos en la vida de nuestro ilustre indio.

Desde su temprana juventud cosecho todo tipo de premios nacionales hasta que a los 33 años gano el Premio de Arte de la Bienal de España en 1952 y al año siguiente el mismo galardon en su capitulo Sao Paulo.

Entre los años 1961 y 1990, Guayasamín realiza el ciclo pictórico "La edad de la Ira", muestra de la angustia y dolor de los indígenas andinos. Más tarde realiza la serie "Huacayñán" y los murales de la Universidad Central del Ecuador. En 1992 recibe el premio Eugenio Espejo, máximo galardón cultural que otorga el gobierno de Ecuador.


Sus últimas exposiciones las inauguró personalmente en el Museo del Palacio de Luxemburgo París y en el Museo Palais de Glace en Buenos Aires, en 1995. Hasta poco antes de su fallecimiento, estaba trabajando en su obra cumbre, "La Capilla del Hombre".
Logró exponer en museos de la totalidad de las capitales de América, y muchos países de Europa, como en Leningrado (L´Ermitage), Moscú, Praga, Roma, Madrid, Barcelona y Varsovia.
Realizó unas 180 exposiciones individuales y su producción fue muy fructífera en cuadros de caballete, murales, esculturas y monumentos.
Tiene murales en Quito (Palacios de Gobierno y Legislativo, Universidad Central, Consejo Provincial); Madrid (Aeropuerto de Barajas); París (Sede de UNESCO);Sao Paulo (Parlamento Latinoamericano). Entre sus monumentos se destacan "A la Patria Joven" (Guayaquil, Ecuador); "A La Resistencia" (Rumiñahui) en Quito.

Su obra humanista, señalada como expresionista, refleja el dolor y la miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que le ha tocado vivir al ser humano en este monstruoso Siglo XX marcado por las guerras mundiales, las guerras civiles, los genocidios, los campos de concentración, las dictaduras, las torturas.
Guayasamín fue amigo personal de los más importantes intelectuales y estadistas del mundo, y ha retratado a algunos de ellos, como Fidel y Raúl Castro, Francois y Danielle Mitterrand, Gabriel García Márquez, Rigoberta Menchú, entre otros.
Recibió varias condecoraciones oficiales y doctorados Honoris Causa de Universidades de América y Europa.


Fallece el 10 de marzo de 1999 en la ciudad norteamericana de Baltimore, a los 79 años, tras crear su última y más anhelada obra : el museo "La Capilla del Hombre".







GUAYASAMIN Y LA VASIJA DE BARRO

Un día a principios de noviembre de 1950, el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, encontró en la calle a Carlos Gonzalo Benitez, integrante del famoso Dueto Benitez-Valencia, y lo invitó el siguiente viernes a una reunión en su apartamento de la ciudad de Quito.

Oswaldo Guayasamín había invitado a sus compañeros de la Escuela de Bellas Artes, además de poetas y a escritores. Uno de los poetas invitados, Jorge Carrera Andrade se quedó absorto mirando el cuadro “El Origen” del maestro Guayasamín.

Carlos Gonzalo Benítez recuerda que en el cuadro Guayasamín había pintado una vasija de barro y adentro, dos esqueletos de niños.
El poeta Jorge Enrique Adoum recuerda que el cuadro tenía a una madre con su hijo en el vientre y “que el vientre parecía una vasija de barro”. Como no hemos podido encontrar una foto del cuadro, no sabemos quién tienen la razón.
Jorge Carrera Andrade se enamoró del cuadro y fue a la biblioteca de Oswaldo, cogió un libro - el primer tomo de En busca del tiempo perdido de Proust - y en la contratapa escribió:
"yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro.".

Luego tomó el libro Hugo Alemán y escribió la segunda estrofa:
"Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años
viviran a flor de tiempo
amores y desengaños..."
Esta excelente historia la puede seguir leyendo siguiendo este enlace a: Historias de Poemas: Vasija de Barro.
La tapa del libro con el poema manuscrito aún se conserva.
Quién sabe cuántas versiones hay de la “Vasija de Barro”... Tenemos más de una docena de versiones de "Vasija de Barro" desde las más autóctonas, como la del Dueto Benítez-Valencia, Inti-Illimani, Los Calchakis, Lilia Vera, Cesar Isella hasta versiones como la de Claudia de Colombia, León Gieco o Paco Ibañez, y rumberas como la del grupo costarricense “Los Hicsos”.


DIVERSOS HOMENAJES Y UNA CANCION QUE TRASPASA FRONTERAS

Desde que el mundo, y más concretamente el Ecuador, perdió al artista que era más que nada la voz que denunciaba las injusticias cometidas durante 500 años a los pueblos indios y mestizos; diversos astistas, poetas, cantantes, etc; han presentados sus diversos homenajes póstumos al maestro Guayasamín.

Sin embargo, no les voy a aburrir llenando este artículo con poemas, epístolas y demás documentos que puedan resultar aburridos y, de pronto, innecesarios.

De tantos, solo uno vengo a presentarles; uno que a la vez es el más importante y quizas el que dentro de 20 años seguirá siendo recordado como la más bella muestra de el amor y la admiración del pueblo ecuatoriano a su indio de oro, a su artista y maestro.
La cantautora guayaquileña Tanyya López, nos regala el oido con su melodiosa voz y el alma, al expresar mediante la lírica y la música, lo que todo ecuatoriano siente en su corazón desde la partida de nuestra "ave blanca" significado de la palabra GUAYASAMÍN

He aquí la letra, les debo la música, aunque les dejo este enlace para que puedan escuchar la pieza completa junto con el video original de la canción:



PINTA PINTOR
Cinco mil años o más, que vienes y vas...
llevando entre los dedos el tiempo que te ha tocado vivir
no hay principio no hay fin,
eres ave blanca volando a otro sueño....
Guayasamín.
Por más que he intentado, la siembra no dio su cosecha
el rondador ha olvidado ya su canción
y se quedó a media vuelta,
la obra más grande pa el hombre
que el pobre hombre jamás soñó,
Paletas que van resecándose en su tristeza,
pinceles que aún aguardan por tu pasión
y el color cerró su puerta,
porque la luna e ha dicho
que aquella noche no te encontró,
porque la luna le ha dicho que alguna tarde te arrebató.
Ay que hará mi pueblo,
ayayay con su prisión quién dará ese grito,
para hablar de su tristeza
¡Pinta, pinta pintor¡ píntame un cielo más claro
que me anuncie un nuevo día
después de esta madrugada,
pinta con fuerza y cariño mi dolor y mi esperanza.
¡Pinta, pinta pintor¡ píntame un sueño profundo
que me aleje de lo malo y lo necio de este mundo
pinta la ira y el llanto de este tu pueblo de barro.
Protesta que cuando pintas en tus cuadros has dejado
el castigo a las conciencias de los que no humillaron,
Habrán nuevos tiempos y entonces tendrás tu cosecha,
el rondador musicándote tu canción
y se abrirán, todas las puertas.
el mundo sabrá que ha vuelto
el ave blanca que ayer voló,
Volverás al pueblo, libre ya de su prisión
a dar ese grito que hablara de su cansancio
de su tristeza y desilusion
¡Pinday pinday pindador¡
pindaway muscuy manda amaricharingapa
anchu chiway cay maldan manda
na itindingue cay pachan manda
pinday culiray wacay
camba yacta manda cay barro manda
Regresa para que ayudes a tu pueblo con su cruz
mantendremos encendida en cada estrella una luz ...
No hay principio no hay fin
Eres ave blanca volando a otro sueño
Guayasamín...
Fuentes: Wikipedia ; musicalizando.com ; youtube.